Es la edificación más antigua de la cuidad. Fue el primer convento de Retiro de Venezuela. Construido en el año 1599, como sede del convento Regina Angelorum. Fue declarada Monumento Nacional el 1 de diciembre de 1977.
Al llegar a este espacio te das cuenta que actualmente es utilizado como centro de investigación documental. El inmueble es de dos plantas y posee alrededor de treinta mil documentos impresos, entre libros revistas y otros, donde cualquier persona puede acudir y conocer la historia escrita en libros de lo que significó el antiguo convento para la población trujillana.
Biblioteca Pública “Mario Briceño Iragorry” / Gráfica: María Virginia. |
Restauración
Este inmueble fue afectado por los terremotos ocurridos en los siglos XVII y XVIII. La Asistente de la Coordinación de la Biblioteca “Mario Briceño Iragorry” Belkis Linares, relata que sus partes han sido reconstruidas en años anteriores de manera semejante a como era el convento original, quedando como un testimonio de la arquitectura colonial venezolana.
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El Convento de Regina Angelorum fue restaurado en el año 1984, debido al abandono que presentó en ese momento, malas reparaciones de sus espacios, agrietamientos de muros, paredes y sus techos no tenían una resistencia adecuada, ante esta situación se reconstruyeron esos espacios utilizando las técnicas de la época.
Sala de estudio de la Biblioteca “Mario Briceño Iragorry” / Gráfica: María Virginia. |
Actualmente, dispone de muros de tapia y columnas en forma cuadrada, el techo está armado con madera, envuelta de caña brava. Cuenta con un patio central y corredores en forma de U. Presenta una serie de ambientes que fueron convertidos en patios; en la parte superior posee una galería en forma de L, escalera y barandas de madera.
Su acceso se realiza por un zaguán de piedras por donde se llega al patio central delimitado por filas de columnas alrededor del patio en ambas plantas. En la parte posterior se encuentra un patio que era usado para actividades del convento, en la época colonial, actualmente está en desuso. Lo que se conserva hoy día es un fragmento de la edificación original, encontrando allí una sala infantil para la recreación y educación de los niños que deseen acudir a este sitio y el otro espacio es utilizado como un huerto productivo.
Sala infantil de esparcimiento y recreación / Gráfica: María Virginia. |
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